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martes, 6 de agosto de 2013

LA MAGIA DE LAS VELAS



MAGIA CON VELAS.
Las brujas solitarias son las que más recurren a las velas para hacer sus hechizos porque son fáciles de conseguir y sus efectos no suelen defraudarlas. No sufren además el acoso o los comentarios despectivos de sus amigos o familiares, porque muchísimas personas utilizan las velas como objetos decorativos. Pueden inscribir sigilos y/o ungirlas con aceite para aumentar sus propiedades, además de combinarlas con otras cosas como los cristales. Las velas se escogen por su color para incrementar sus efectos, aunque las blancas son polivalentes; sirven para todo. Algunos opinan que las fabricadas sólo con un color son mejores que aquellas bañadas con una capa de ese mismo tono, pero cuyo núcleo es, sin embargo, blanco. La mayoría de las brujas suele tener guardado un surtido de velas para utilizarlas en sus hechizos. Estas, además, tienen la ventaja añadida de que no requieren grandes ni complejos preparativos.
Entre los ejemplos en los que se emplean las velas para usos mágicos están los siguientes:
- Para curar: Escoge una vela que, o bien represente a la persona por su color (quizá porque sea su favorito), o lavanda, porque éste es el tono de la recuperación. Úngela con una mezcla de aceites pensados para ese individuo concreto o, como en el caso anterior, con aceite de lavanda. Debes empezar a impregnar la vela desde dentro y hacia los extremos. No la lubriques demasiado porque podría prenderse entera. Mientras la unges, visualiza a la persona haciéndose más fuerte y curándose más deprisa. Una vez terminado este paso, sostenla erguida en las dos manos y libera tu aliento sobre ella de abajo arriba y una vez más a la inversa. Debes visualizar siempre tu respiración y, por tanto, tu propósito llenado la vela. Al finalizar, sitúa la vela en un candelabro y enciéndela. Deja que se consuma por completo. Si no puedes, vuelve a prenderla todos los días sobre la misma hora, para que se acabe en tres días.
- Para la coherencia o la claridad de mente: Coge una vela amarilla e inscribe en ella el sigilo del Aire, que es como ya sabrás, también el del pensamiento. Aproximadamente a un tercio de la mecha ata un hilo amarillo con tres nudos, para que no cuelgue. Enciende la vela y visualiza tu mente quedándose en blanco y concentrándose. Colócala en su palmatoria y encima de un plato ancho o sartén para que cuando caiga el hilo no se prenda nada. Cuando esto ocurra, apaga la vela si quieres y déjala a un lado por si necesitaras hacer el mismo hechizo en otro momento.
- Para la reconciliación: Pincha en una vela rosa, aproximadamente hacia el centro, dos alfileres. Ponlos en lados opuestos. Enciéndela y, mientras se consume, visualiza a la pareja encontrándose y resolviendo sus diferencias. Cuando la vela llegue a los alfileres, éstos se caerán; apártalos y deja que siga quemándose hasta el final. Al terminar, dale un alfiler a cada miembro de esa pareja o colócalos en un lugar por el que pasen a menudo. Este hechizo les proporcionará la oportunidad de aclarar las discrepancias después de una pelea o de una discusión, pero no garantiza que se vayan a reconciliar, sobre todo si una o las dos partes no pone empeño en que eso suceda.
Si preparas la vela con un propósito concreto, no debes utilizarla para otra cosa. Si tu intención era realizar un conjuro concreto pero luego la empleas para otro distinto, ¡lo más probable es que obtengas como resultado un efecto mágico confuso! Asimismo, evita usarla como elemento decorativo, a menos que lo que quieras sea intensificar la magia en un momento dado. Si haces tus propias velas, podrás servirte de los despojos de otras que ya hayas empleado en algunos hechizos, siempre y cuando te acuerdes de hacer el pentagrama de destierro (utilizando, como te he explicado antes, los números de la esfera de un reloj: 7, 12, 5, 9, 3, 7) sobre la cera derretida.
Creo que no está de más que te advierta que debes ser extremadamente cuidadosa y responsable cuando lleves a cabo tu magia con las velas, pues éstas son las responsables de más de un incendio doméstico. Deben estar siempre en un candelabro o en una palmatoria segura, alejadas de tejidos inflamables y de las corrientes de aire. Lo ideal sería, además, que las colocaras encima de algo incombustible y que no quede dañado por las gotas de cera caliente que pueden caer sobre él. Si trabajas con ellas encendidas, asegúrate de situarlas de una forma que no tengas que colocarlas, pasar por encima o rodearlas para nada. No debes dejarlas nunca desatendidas y tampoco consumiéndose mientras duermes.   ,,"

MamiBruja

Amuleto de la suerte ( EL BAMÚ )